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Nelly Omar
Nelly Omar, el Angel del tango cantó en Justo Daract, Provincia de San Luis, Argentina
“Quiero agradecer a San Luis y a todos los amigos que me rodean, es un placer muy grande venir nuevamente a esta provincia y encontrar tanta belleza y gente maravillosa, que son auténticos”, dijo Nelly Omar antes de su actuación en el Prefestival de Tango de Justo Daract, que concluyó el sábado con gran éxito.
En diálogo exclusivo con ETC, Nelly contó importantes aspectos de su vida artística y por momentos confió también vivencias personales:
— ¿Cómo se inició en el tango?
— Desde chiquita, yo nací y me crié en el campo, hasta los cinco años y después vinimos al pueblo que era Guaminí, donde fui al colegio, y ahí nací como artista, porque iba a las veladas que se armaban todos los fines de año y cantaba, o hacía de actriz, todas esas cositas que uno hace de chico y tuve la suerte de tener muy buenos maestros.
—¿Usted conoció a Carlos Gardel?
—Tuve la suerte de conocer a Gardel, porque mi papá era amigo de él y tenía todos sus discos, y escuchando sus discos me fui formando como cantante.
No sólo de Gardel, también estaban los discos de grandes cantantes de ópera, como Carusso.
Cuando mi padre falleció yo tenía 11 años y nos fuimos a la Capital Federal y ahí cambió la historia, porque quedamos mal de situación económica.
Entonces empecé a estudiar y a trabajar, como mis 9 hermanos.
— ¿Qué imagen recuerda de Carlos Gardel?
— Me quedó la imagen auténtica, la que el tuvo, era un hombre gordito, no era muy alto, se peinaba un poco con la rayita al medio, era un regordete ¿no? Eso fue un día que vino a mi casa y lo vi detrás de una ventana, porque a los chicos no nos dejaban reunirnos con los grandes.
Después en Buenos Aires lo vi en todos los cines en que él cantaba, íbamos con mamá y un hermano que era fanático de Gardel y entonces lo fui valorando.
Siempre digo que Gardel no ha muerto, porque el día que muera Gardel, morirá la música nuestra, los tangos sobre todo, porque si vivimos es por él, no hay ningún intérprete que no lo nombre o no haga algo de Gardel.
— ¿Usted sabe que en Medellín, lugar donde murió el ídolo, lo idolatran?
— Es que es así, era un ídolo total, aunque había otros ídolos como (Agustín) Magaldi, como (Ignacio) Corsini, Homero Manzi, que tenían conducta, eso es lo que quiero decir, y la gente los fue valorando, porque el arte del canto es como en la pintura, la música, si usted no se entrega a perfeccionarse, pasa sin pena ni gloria, porque muchos han tomado esa carrera de “gatos” de la música y han desaparecido porque no han sido constantes.
Yo con mis años y todo, empecé a estudiar piano con el maestro Vignoni, estudiaba canto con un maestro que se llamaba Julián Viñas y estudiaba la guitarra con Héctor Ayala que era un gran guitarrista.
Después vino el cambio total en la política y ahí quedé en “pampa y la vía”.
— ¿Conoció a Perón y Evita?
— Totalmente, fui amiga de Evita, lo conocí al general Perón, iba a cantar a todas las funciones políticas que ellos hacían o comidas, yo era siempre la primera figura que iba a cantar.
Cuando ellos dejaron el gobierno, los otros me aislaron en razón de que yo había grabado para Evita “La Descamisada” y “Es el pueblo”.
A mi no me afecta nada, tengo demasiada fortaleza mental y física, y creo que Dios me tocó con la varita por eso estoy sobreviviendo.
— ¿Estuvo 18 años prácticamente proscripta?
— Sí, sí y gracias a que Tita Merello me hizo dar trabajo en Montevideo y me prestó la ropa inclusive porque yo me había desprendido de todas mis cosas para sobrevivir, volví a cantar.
En 1958 me fui a Venezuela.
Hablé a un representante, me dijo, casualmente me estaban pidiendo una cancionista y me designó a mí, entonces me fui y me quedé un año en Venezuela, justamente en el año ese que Perón se había ido a Santo Domingo.
— ¿Cómo era Tita Merello?
— Tita fue una mujer muy sufrida a pesar de todo lo que le dio la vida, porque ella trabajó en cine, tuvo buenas cosas, pero no fue una mujer totalmente feliz a pesar de todo eso.
Fui amiga durante 15 años. Fue una excelente mujer, todo lo que se ha hablado de ella tuvo un poco de maldad, porque no era tan mala, era más bien generosa.
A ella la tengo en un altar porque fue mi gran amiga. Lo mejor para Tita Merello.
—¿Por qué usa poncho al cantar tango?
— Esa es otra historia, porque yo después de la Revolución Libertadora o Fusiladora como quieran decirle, vendí todo, me quedé sin nada y me llamaron para ir a la Cantina de Forastiero, “El Rincón de los Artistas”, y entonces le digo a mi hermana, no tengo ropa, me gustaría comprarme un poncho y ella me dijo, vamos te acompaño y compramos un poncho, que es el poncho rojo que siempre uso.
— ¿Qué sintió cuando volvió a cantar en público en su país?
— Bueno sentí mucha nostalgia, como algo que me había quedado sin poder concretar, pero bueno… dije voy a hacer lo que pueda acá, porque además me habían llamado para ir a
“Caño 14” donde estuve un año y medio, pero no me llamaba la atención, no estaba bien de ánimo, estaba muy bajoneada. Pero encontré el cariño que el artista necesita.
— ¿Cómo nace la descamisada?
—Viene un día Homero Manzi y me dice que me comunicara con Apoli, que tenía unas letras Maroni para que yo las grabara. Entonces me llevaron a la subsecretaría, me pusieron al habla con la grabadora y después lo presenté en Radio el Mundo con el Coro de Fany Dai y la orquesta de Marafiotti. La seguí cantando toda la vida.
— ¿Qué temas la llenaron más de satisfacción?
— Bueno fueron muchos, pero últimamente puedo mencionar el vals “Desde el Alma”, el tango “Sur, “Nobleza de arrabal”, “Tu vuelta”, “El adiós”, “Desde entonces”
En fin, tengo muchos temas que me han dado satisfacciones.
— ¿Qué opina sobre este movimiento cultural de San Luis?
— Que falta unirnos más, porque nos sentimos muy discriminados entre los argentinos, estamos pensando en qué hace el otro, tenemos que unirnos y defender la cultura de este país, como se hace en San Luis, porque si no perdemos los valores culturales.
Estoy muy agradecida. Estoy encantada, maravillada con un público muy cariñoso, les mando un gran abrazo y mi mayor respeto a todos los sanluiseños.
http://www.eldiariodelarepublica.com/070813/1b-etc-cultura.php
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Nelly Omar – El Dia Que Me Quieras – 1977
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